lunes, agosto 22, 2005

Agua sin fin que
se desliza desde el abismo
del cielo para descansar
sobre la tierra que se
incrusta en la mente
para olvidar sus recuerdos
tiñéndolos de rojo
y uva. El vino embriaga
mis ojo y la eternidad
cabe en mis pupilas
mientras mis bolsillos
sostienen a mis manos
y el asfalto se escapa
por debajo de mis pies.

Te sueño pero mis ojos
tratan de borrarte.
Te amo pero tu distancia
trata de olvidarte.

Borracho de soledad
te vomité en un callejón
perdido y luego
la lluvia lavó todo rastro
de vos.

Mario A. Santos

4 Comentarios:

A la/s 22 de agosto de 2005, 7:23 p. m., Anonymous Anónimo dijo...

algo le cambiaría pero no se bien que, tal vez el ritmo
me encantó el final

 
A la/s 22 de agosto de 2005, 8:17 p. m., Blogger Cronopio Azul dijo...

De la honestidad sale la pureza.

Gracias amigo.

Cronopio Azul.

 
A la/s 24 de agosto de 2005, 3:09 p. m., Anonymous Anónimo dijo...

Marito este escrito es el que más me gustó, que soberbio eres al describir algo que todos en algún momento lo sentimos, lo vivimos y lo olvidamos.

 
A la/s 24 de agosto de 2005, 5:06 p. m., Blogger Cronopio Azul dijo...

Lourdes.

Muchas gracias, solo eso, muchas gracias.

Espero verte más seguido por acá.

Cronopio Azul.

 

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