viernes, agosto 04, 2006

Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que me metí por acá.

El laburo, a veces, se puso insoportable. La vida, a veces, se puso insoportable. La gente, a veces, se puso insoportable. En fin, he estado metido de cabeza en un día a día que pocas veces me dejaba ver que afuera se estaba haciendo de noche, o que salía el sol.

Hoy tuve un ratito libre.

Un abrazo a todos.

Mario.

Esperando tu respuesta.
Carcomiendo mi ser.
Destruyendo mis razonamientos.
Enloqueciendo cada día.
Muriendo cada segundo.
Pensando en qué pensarás.
Llorando todas las noches.
Gritando a cielo abierto.
Callando mis pensamientos.
Amando todo tu cuerpo.

¿Y todavía preguntas
qué estoy haciendo?

Mario A. Santos

La vida.
Secuencia de puntos suspensivos,
de dudas y certezas.
Esta vida.
Minutos que en giros de agujas
se escapan de las manos.
Mi vida.
El inconstante ritmo frenético
de locura y razón.
Tu vida.
La lejanía que nunca se acerca...

Desespero al murmurar tu nombre,
al decir tu nombre,
al gritar tu nombre.
Desespero al saber
que no me puedes escuchar.

Y callo.

Mario A. Santos

Un adiós
sobre un papel
sobre un mantel
sobre una mesa
sobre patas
sobre baldosas
sobre un piso
sobre tierra
sobre el mundo
sobre el cual
sobre la tierra,
sobre un piso,
sobre baldosas,
sobre una silla,
y apoyado
sobre mis brazos cruzados
sobre una mesa,
lloro yo.

Mario A. Santos

Nace y crece
y vuela y corre
y juega y se enreda
y sonríe y me mira
y grita y se calla
y luego en una nube
se va...
y se aleja.

Mis ojos quedaron ciegos.
Mi amor por ti se fue.

El vacío llena mi espacio.

Mario A. Santos

Este correr por las diagonales
escapándole a la luz.
Esta vida marginal del mundo
de la ciencia y la razón.
Este odiar cualquier billete
y su alta y puta sociedad.
Este amar al aire puro
y a las alas de el mar.
Este asco por caretas
que me hacen vomitar.
Este encontrar hombres falsos
y mujeres de plástico que aborrezco.
Este...


¿Por qué me quedé solo?
Acaso estoy pecando
por amarte vida.
Yo sigo acá, los que se fueron
son ellos.
Yo sigo vivoy de ellos ya
no sé nada...
ni siquiera los recuerdo.

Mario A. Santos

Cayeron los vidrios rotos de un sueño
que partieron los surcos de mis venas
que dejaron que fluyera la sangre
que habitaba en el interior de este cuerpo
que en las noches se quebraba en lamentos
que nacieron de los amores ya muertos
que impregnados fueron en vidrios de sueño.

Mario A. Santos

LA TAN CLARAMENTE OSCURA HISTORIA
DEL SOL Y DE LA LUNA

En un tiempo sin horas
el Sol y la Luna se encontraron
en el cielo.

- ¿Eres acaso tan fría
como pareces?- preguntó el Sol.
- No lo sé, ¿por qué
no pruebas?- contestó la Luna.
- Tengo miedo de herirme-
dijo él.
- Ven, no temas- dijo ella.


Luego el Sol se acercó y le entregó
su luz eterna. Mas la luna se apartó
y a la luz la hizo tinieblas.

- Eres fría como el Hielo
que reina en Las Cordilleras-
dijo el Sol mientras se apartaba
de la Luna.
Y se fue... se alejó... se alejó...


Esta noche, y parado sobre una lágrima
argenta, veré a la Luna pasar, toda vestida
de plata,
llorando en su soledad,
y siguiendo un recuerdo
de luz brillante y escarcha.

Mario A. Santos